Los presupuestos son una herramienta de gestión que tienen un papel fundamental a la hora de planificar a futuro la actividad de la empresa y toman su mayor protagonismo cuando hay que decidir una inversión u optar por una determinada financiación. Podría decirse que los presupuestos tratan de avanzar o predecir unos estados financieros futuros a una fecha, en base a unas estimaciones. Pero como tales estimaciones, las mismas suponen un elevado grado de incertidumbre. Los presupuestos no tienen una vocación de acertar en su cuantía respecto a la realidad, sino de ayudar a tomar decisiones fundadas y además, y lo que es más importante, de hacerlo a tiempo. Con los presupuestos se nos permite controlar la evolución de la empresa, comparando lo previsto con la realidad, para poder analizar las desviaciones, así como desvelar sus causas, para así poder aplicar las acciones correctoras pertinentes.
El presupuesto de ventas
Es el presupuesto más importante y en torno al cual pivotan todos los demás.
El presupuesto de ventas refleja las ventas previstas en el ejercicio separadas por meses, así como por unidades físicas y euros. El presupuesto de ventas puede diferenciar las ventas por zonas geográficas, segmento de clientes, tipo de producto, etc.
Lo fundamental para poder elaborar el presupuesto de ventas es determinar cuántas unidades de cada producto se ha propuesto vender el departamento comercial y a que precio de venta. Lógicamente para establecer estos datos el departamento comercial tendrá que acudir a la evolución histórica de años anteriores para trazar una tendencia, sin dejar de atender a la evolución y situación coyuntural del sector.
El presupuesto de producción
Para elaborarlo habrá que determinar el número de unidades de producción que se tiene producir durante el año. Lógicamente la cuantía de estás corresponderá a esta simple fórmula:
Unidades que se producirán= Unidades que se prevé vender – Existencias iniciales de productos terminados que hay +Existencias finales de productos terminados que se quiere tener.
Y, ¿para qué sirve este presupuesto de producción? Pues si conocemos la producción prevista, podremos calcular el consumo previsto, para ello necesitaremos conocer el coste de materias primas por unidad de producto y a partir de estos consumos previstos, podremos saber las compras que necesitaremos realizar si se sabe, claro, con cuantas existencias iniciales de materiales contamos. De esta forma podremos programar adecuadamente nuestros pedidos a los proveedores. Todo ello de acuerdo con el siguiente cuadro:
Este presupuesto nos facilitara el trabajo a la hora de prever las necesidades de logística y almacenaje.
El presupuesto de mano de obra directa
Se elabora a partir del presupuesto de producción. Para conocer el coste de mano de obra directa por unidad de producción hay que acudir a la fórmula:
Coste de m.o directa por unid. de producción = Tiempo de mano de obra directa por unidad de producción x coste de la mano de obra directa por hora.
Una vez que sabemos esto, multiplicamos su resultado por las unidades totales que se prevé producir. Así conoceremos el coste total de la mano de obra directa.
El presupuesto de estructura
Este presupuesto se refiere a los gastos de estructura y por tanto fijos, siempre y cuando el volumen de producción no sobrepase determinados umbrales: gastos de personal, alquileres, gastos financieros, amortización,etc.
El presupuesto de gastos de comercialización
Está directamente relacionado con el presupuesto de ventas y deriva del mismo, agregando los gastos por unidad de producto provenientes del transporte, publicidad, transporte, etc.